Caminado un día de invierno por la calle Florida, en la ciudad de Buenos Aires, mi madre se había abrigado con un tapado francés de Cacharel color camel.
Precioso, con un cuello en forma de estola, y botones marrones. El frío era intenso, pero no lo sentía tanto porque el tapado le llegaba hasta los tobillos.
Habíamos acordado encontrarnos en determino punto, y cuando llegué allí veo que mi madre estaba en un local de ropa mirando la nueva colección que se venía para la primavera.
Me acerco, y ¿qué veo? El tapado francés se había apolillado!!! Tenía el cuello lleno de pequeños orificios que parecían mordidas de mosquito.
Mamá esto no puede pasando!
No puede estar pasando. ¿Porqué no? No es para tanto. Si mamá, es para tanto. Son agujeros de polilla. Traducilo en descuido, mugre, falta de cuidado. No es para tanto, no se nota. Si mamá, se nota un montón.
Y así fue como sacrificó mi mamá su tapado de paño francés y vino a parar a mis manos artesanas.
Yo tenía un tapado en color fucsia comprado en el mismo local, que ya había pasado de moda. Y aunque no había sido atacado por las polillas, su color ya no era combinable.
Así que ambos fueron sacrificados y dejaron de ser una prenda de vestir para pasar a ser un manta de pura lana francesa.
Tenés un tapado viejo?
Acá va la receta para que recicles el tapado.
Materiales:
Debe ser lana pura, sin mezcla. Si tuviera mezcla debe ser poco el porcentaje porque si es mucho no sabría cómo responde el material ya que no lo he experimentado.
Desarmar todo el tapado, cortando por las costuras, bien cerca del hilo para que no se desperdicie material.
Guardar botones y apliques; quitarle el forro y la entretela que pueden usarse para otros proyectos.
Lavado
Una vez que se tienen todas las piezas de paño sin otras telas adicionadas o adheridas, colocarlas en el lavarropas con una medida de detergente para platos del tamaño de una tapita de gaseosa. Poner el lavarropas en la temperatura más caliente que tenga, y en el programa más largo –que generalmente es el de ropa blanca muy sucia-.
En este proceso de agua caliente y sacudido muy largo, la lana se apelmazará, o sea que las cerdas de lanas se irán enroscando a modo de rastas, ya que las fibras son tan pequeñas que la sacudida que le da el lavarropas con el agua hace que se enreden hasta el infinito. El agua y el detergente eliminarán todo tipo de huevo de polilla, bicho o animalito que ande dando vueltas por el paño.
Secado
Si hay secarropas en casa, colocar los paños con una pelotita de tenis o un retazo de jean para que las pelusas se alojen allí, y dejar secar con aire caliente.
Si no se tiene secarropas, dejar secar los paños al aire libre.
TIP: la pelotita de tenis es útil también cuando se secan en el lavarropas prendas que están rellenas con plumas como camperas y acolchados, porque el golpeteo de la pelota ayuda a que las plumas se separen unas de otras y se sequen en su totalidad.
Uso del paño de lana
Una vez que se realizó todo el proceso, el paño de lana puede cortarse con tijera o con cortante tipo trincheta de filo redondo –tipo Olfa-, y no es necesario surfilar los bordes con punto zigzag porque el paño no se deshilacha.
Se pueden hacer apliques con bordado, o coser a máquina.
Hasta la próxima, Bicha.
diciembre 6, 2018 a las 8:05 pm
como me gusta ese perro!!! jajaja cooper