¡Viva el tejido!

Este verano tuve la oportunidad de pasear por varios lugares en mis vacaciones. También de leer artículos y libros.

En los paseos vi que el tejido y el crochet siguen siendo tendencia. Sweaters, bufandas, chalecos, carteras y sobres están en los percheros. Aunque las formas son más libres, con menos disminuciones, y más fáciles de tejer.

Esta tendencia de usar moldes simples pienso que se impone ya que la gente joven empezó hace unos pocos años a tejer y los moldes sencillos son un trampolín para engancharse con este trabajo manual.

Páginas como We Are Knitters o Wool of the Gang incentivan al público joven en la confección de prendas muy útiles de realización sencilla. Bufandas, mantas, chalecos formados por dos cuadrados o rectángulos cosidos en las hombros solamente, gorros, bolsos y carteras se venden en kits que incluyen la lana o hilo, las agujas, y el patrón. Si quedan dudas, agregan videos que enseñan a poner puntos, hacer trenzas, poner flecos, y otros vaivenes.

Lanas gordas que se tejen en un fin de semana también ayudan a fomentar la labor tejeril. El incentivo para los niños y también para los hombres forma parte de las movidas, sumado a la necesidad de contar con una manualidad que se puede llevar a todos lados y que involucra una actividad meditativa que baja el stress.

Si te gustan o querés probar con lana gorda te recomiendo el sitio de Knitcollage que tiene un montón de patrones.

Las marcas como Zara eligen la ropa tejida con diferentes texturas como este sweater tejido en dos agujas para el cuerpo en una lana irregular, y las mangas y espalda en crochet en punto calado.

Entre las casas de lanas de Madrid, cerca de la Plaza Mayor, está el Gato Negro, y ahí el crochet sigue vigente.

El fieltro no se queda atrás, y en Toni Pons podés encontrar estos zuecos bordados a mano que te reciben en tu casa después de un día agotador.

Entre mis marcas favoritas está Farm, de Brasil, por su colorido, sus diseños, y la originalidad de sus accesorios. En el local del shopping Aventura, en Miami, los tejidos eran un estallido de crochet y color.

En Madrid, en la calle Pontejos hay una mercería que tiene más de 100 años adonde encontré el ovillo de lana con el pompón listo para aplicar, y las indicaciones para tejer el gorro adentro de la cinta de papel.

Happy knitting!

BICHA de CLAUDELINA