Inspirada en varias autoras hice una mandala al crochet para enseñar en el Taller Claudelina
La realización de la Mandala me surgió por inspiración del libro Crochet Boheme de Cecile Balladino.
Y así comencé mi propia versión.
La idea es cambiar cada hilera de color, usando restos de lanas, o usando las que nos gustan, para que su textura nos acaricie las manos y sus colores nos distraigan de los entuertos cotidianos.
Siempre traten de comprar la mejor lana que puedan pagar, para que tejer sea un placer. Las lanas ásperas, de baja calidad, también mostrarán trabajos áspero de mala calidad. Tejer es una tarea artesana que se hace punto por punto, y ese ejercicio merece un buen material.
Me decidí por hacer un almohadón, cortando dos círculos del tamaño de la mandala, a la cual le coloqué un galón con madroños en el borde; y que uní con una tira de tela de unos 15 centímetros de ancho por 150 de largo que fruncí para que tenga la circunferencia de los círculos. En la parte trasera le cosí un cierre en el centro del círculo para poder abrir e introducir el relleno.
Luego le cosí a mano la Mandala hecha al crochet.
Hasta la próxima.
Bicha.
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