Quienes bordamos a mano sabemos de las horas que la tarea insume, y nos parece que bordar a máquina es un trabajo para otros. Para quienes no bordan a mano.

Yo cambié esa idea cuando me puse a practicar de la mano de la artista Aurora Molina, que me enseñó los pasos que me introdujeron en esta técnica y me ayudaron a sacarme el miedo a bordar a máquina.

La técnica

Para ello, utilicé canvas, una tela de algodón algo rígida, como loneta, y una hoja de revista que tenga una figura, un paisaje lo que sea. Con cinta de papel adherir la hoja de revista al revés de la tela. Hay que tener en cuenta que el dibujo quedará al revés de como lo vemos, como un espejo.

Se deben bajar los dientes de la máquina de coser, o taparlos como en el caso de mi Singer Capri 45, que viene con una tapita de plástico, y color el pie de “bordado libre” o “free motion”, que es de metal, con un resorte en el cuerpo y termina en un círculo con el centro abierto (ver foto).

Bordado a máquina sobre imágenes

Comenzamos a bordar desde el interior de la figura hacia afuera moviendo la tela debajo de la agua a nuestro ritmo. Muy lento si es necesario, o tomando velocidad cuando estemos cancheras.

En general se utiliza hilo negro para bordar ya que resalta la labor, pero eso no es una norma inviolable, así que elige el color que quieras.

A medidas que vas “dibujando” con la aguja sobre el papel de revista debes hacerlo sobre los gestos más relevantes de la imagen, y pasar varias veces por las “costuras dibujadas”. De esa forma los trazos del hilo adquieren intensidad y fuerza y se va ensanchando el trazo.

Cuando ya se tomó en cuenta la velocidad de la aguja de la máquina, se puede bordar directamente sobre un dibujo hecho a mano sobre la tela, o directamente formando figuras.

Invitación

Si quieres ver mucho de esta técnica, te invito a que visite las muestra “tarea” en la Galería de Arte Pasaje 17, en Batolomé Mitre 1559, en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, con curaduría de Chiachio&Giannone.

BICHA de CLAUDELINA